Sólo para sus ojos es la doceava película de la saga James Bond, siendo la quinta interpretada por Roger Moore. Es quizás la más famosa por su secuencia previa a los créditos, que muestra el merecido final al archienemigo de Bond, Ernst Stavro Blofeld (aunque sin nombrarlo por problemas legales).
El inicio de la película referencia elementos antiguos del personaje; empezando por James dejando flores en la tumba de su esposa fallecida Tracy; y terminando con el enfrentamiento entre él y Blofeld. La secuencia completa fue escrita para ayudar a introducir a un nuevo actor que interpretara a James Bond después de Moore, pero finalmente éste repitió el papel (se suele citar a Timothy Dalton como su reemplazado planeado, y de hecho algunos momentos de la película son muchos más oscuros y más realistas para poder adaptar su interpretación a la imagen de las novelas de Fleming).
La aparición del personaje de Blofeld es algo ambigua, lo que recuerda a la batalla legal en la que se vio envuelta EON Productions por los derechos de la novela de Operación Trueno, e impidiendo citar el nombre de este personaje. En ese momento, Kevin McClory afirmó que Ian Fleming había adaptado la novela de un guión creado para una adaptación cinematográfica del personaje en que trabajaron ambos y que él, y no Fleming, creó a SPECTRA y a Blofeld. Como la disputa legal le dejó a éste con los derechos sobre Blofeld, el estudio estuvo obligado a dejar la aparición de este personaje bastante ambigua. La desaparición de Blofeld por el agujero cierra la trama sobre este personaje desaparecido en Diamantes para la eternidad; sirviendo como muestra del equipo de rodaje de que la saga oficial no necesitaba más al personaje para sus películas y podían seguir al margen de MoClory y su intento de producir una película Bond rival (que finalmente se dio en Nunca digas nunca jamás).
Además de los problemas con el personaje, hubieron otros dos incidentes controvertidos. El primero está relacionado con el cartel, que muestra una modelo de largas piernas sosteniendo una ballesta y con Bond entre las mismas. Este montaje fue criticado en algunos estados americanos como exposición indecente. Una versión posterior lleva un par de shorts sobreimpresionados sobre el cartel. El otro incidente controvertido no fue revelado hasta un tiempo después de la película, en que se descubrió que una de las chicas, Caroline Cossey resultó ser un transexual.
Sólo para sus ojos marcó un cambio de dirección creativa en la saga. John Glen fue contratado como director tras su trabajo como montador; una posición que seguiría realizando en los 80. Un resultado del cambio es su estilo direccional más duro, con menos énfasis en los aparatos y largas secuencias de acción en grandes escenarios (como ya se vio con Lewis Gilbert). También puede verse un énfasis más pronunciado en la tensión, el argumento y en el personaje como un intento de conseguir un Bond más serio y fiel al original. Un ejemplo es el asesinato del enemigo en el acantilado; que causó grandes reacciones negativas entre los fans y el propio Moore.
Además de eso, se trata de la única película donde el personaje M no aparece. Bernard Lee murió mientras se preparaba la película, por lo que simplemente se decidió no contar con el personaje. La señorita Moneypenny, su secretaria personal, afirma que está de baja, cumpliendo sus funciones el jefe del Servicio Bill Tanner. Poco después, el papel fue retomado en Octopussy.
La película también es conocida como una de las más duras, considerada junto a La espía que me amó como una de las mejores de la saga. Además, acumuló 195 millones de recaudación, siendo la segunda más exitosa tras Moonraker.