Sólo se vive dos veces en la quinta entrega de la saga James Bond, siento también la quinta protagonizada por Sean Connery. El guión fue escrito por Roald Dahl, y basada ligeramente en la novela de Ian Fleming de 1964 homónima.
Esta película fue dirigida por Lewis Gilbert, que posteriormente dirigiría La espía que me amó y Moonraker; ambas con Roger Moore. Tras su publicación en 1967, Connery abandonó el papel, recayendo en George Lazenby dos años después. No obstante, Connery lo retomó de nuevo una vez más en Diamantes para la eternidad (1971).
En dicha película, Bond es enviado a Japón tras desaparecer misteriosamente en órbita una nave rusa-americana. Con un gobierno culpando al otro, y un próximo viaje lunar estadounidense, Bond viaja de forma encubierta a una isla remota en Japón para encontrar a los que perpetraron dicho plan, encontrándose cara a cara con Ernst Stavro Blofeld, jefe de SPECTRE. Por primera vez se muestra a dicho personaje, que anteriormente sólo se le había visto parcialmente.
Sólo se vive dos veces representa un ejemplo de la quintaesencia de las películas de espías, en particular por la representación del supervillano Blofeld y sus aspiraciones para dominar el mundo, con su extravagante guarida en un volcán. Como resultado, esta imagen ha sido parodiada en la saga humorística de Austin Powers. Además, entre otras cosas, la música fue usada por el cantante Robbie Williams en su tema Millennium.